26 de diciembre de 2014

Premio "La Hormiguita Viajera"

Algunas cosas se presentan en momentos muy oportunos.
Uno no trabaja para recibir premios, ni tampoco cree merecerlos, sin embargo, inesperadamente, aparecen.
Y son como una caricia.
Son también parte de una voz que te dice que hay que seguir haciendo, seguir trabajando, seguir creciendo.
Y, como si esto fuera poco, te obligan a pensar. A pensar en tu trabajo, a pensarte como hacedora.

La noche del viernes 6 de diciembre, este mes que tanto me gusta, pasó como una brisa fresca, ¡a pesar del calor!, a despejar la niebla que a veces se interpone. Esa niebla que hace dudar del camino.

La noche del viernes, entre tanta gente que trabaja de manera tan comprometida para el crecimiento, desarrollo y promoción de la Literatura para niños y jóvenes, desde el Premio Hormiguita Viajera, los escritores, narradores, editores de libros, revistas y blogs, bibliotecarios, músicos, titiriteros... hasta las manos que amorosamente modelan las figuras del premio, me confirmaron que este es, sin duda, mi camino.

Un camino de libros, a través de palabras e imágenes. ¡Gracias!